Por Ubaldo Alvarez A. 

La reciente suspensión de la alcaldesa distrital de Coalaque, Yéssica Antonieta Ocsa Calizaya, ha generado un revuelo en el ámbito del distrito y ha planteado una serie de inquietudes fundamentales sobre la integridad y responsabilidad de los alcaldes de la provincia General Sánchez  Cerro. El acto de suspensión, aplicado por los regidores Pedro Elmer Vanegas Casani, Betty Rivero Ayala, Felipe Condori Torocahua, Tania Meraly Quispe Arias y Jorge Raymundo Chávez Mamani, durante la sesión extraordinaria N° 018 del jueves 10 de agosto de 2023, envia una clara señal de que las acciones de los funcionarios públicos no serán tomadas a la ligera.

Las razones detrás de la suspensión es importante: la alcaldesa Ocsa Calizaya ha sido suspendida por no cumplir con las obligaciones estipuladas en la Ley Orgánica de las Municipalidades. La omisión del informe de los primeros 100 días de gestión, la falta de convocatoria a la audiencia pública de rendición de cuentas y la ausencia de informes mensuales al Concejo Municipal sobre las finanzas municipales ha desacreditado la confianza en sus funciones.

Este acto disciplinario tiene profundas implicancias para el distrito de Coalaque. La alcaldesa, a quien se le confió la responsabilidad de liderar y representar a su distrito, se encuentra ahora en la cuerda floja, enfrentando un período de 60 días de suspensión en su cargo. La metáfora de quedarse "sin respaldo, sin poder, sin mando, sin banda y sin silleta municipal" ilustra vívidamente la pérdida de influencia y autoridad que ha experimentado.

La decisión de la alcaldesa de abandonar la sala de sesiones mientras se suscribía el acta de la sesión extraordinaria de concejo muestra una reacción a la presión ejercida por sus pares. Sin embargo, también deja en evidencia la percepción de estar aislada y abandonada por aquellos a quienes deberían haber liderado y colaborado.

En medio de esta situación crítica, la alcaldesa dijo haber despedido al gerente municipal por no cumplir con el perfil requerido y por exceder su ámbito de responsabilidad. Este comentario resalta la importancia de tener un equipo cohesivo de confianza y calificado para llevar a cabo una gestión efectiva. Sin embargo, plantea interrogantes sobre la toma de decisiones y la supervisión dentro del equipo de gobierno local.

La suspensión de la alcaldesa Ocsa Calizaya es un llamado de atención no solo para ella, sino para todos los líderes locales. Destaca la necesidad de mantener altos estándares de responsabilidad y transparencia en el servicio público. Esta situación también insta a las y los ciudadanos a ser partícipe activa en la fiscalización y el escrutinio de las autoridades locales, promoviendo una administración transparente, efectiva y ética.

Finalmente, la suspensión de la alcaldesa plantea un reto y también, una oportunidad para la comuna de Coalaque. Un desafío para enfrentar los problemas de liderazgo y gestión, y una oportunidad para reconstruir la confianza y revitalizar el compromiso con una administración pública que sirva verdaderamente a su distrito.
Fotos: Muni Coalaque